La suave brisa de DIos

Muchas veces buscamos a Dios en lo catastrófico, en lo espectacular o en las evasiones de la realidad. El miedo nos paraliza y nos impide hacer nuestra parte para resolver nuestros propios problemas. Dios nos acompaña siempre, en todo momento y nos anima a confiar en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. El evangelio transforma nuestra manera de pensar y vivir, produciendo una vida diferente en nosotros. Lectura bíblica: Mt 14,22-33.

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